martes, 30 de noviembre de 2010


No dejes que el frío de este círculo polar sin calefacción aleje las golondrinas.
Esas que cantaban clavelitos en las ventanas de chicos luciérnaga insomnes.
Las que llenaban el suelo de rock and roll y los pasillos de recuerdos.

No te olvides de infinito, no dejes que las golondrinas se vayan.
Caliéntame el corazón y las buenas noches todas las lunas mentirosas.